Monday, October 21, 2013

Escuchar y Elegir la Buena Parte

Escuchar y elegir la buena parte

”... Una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Ésta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. 
Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile pues que me ayude.
Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.” Lucas 10:38 al 42

Si hay algo que no podemos dejar de reconocer en Marta es su predisposición de recibir y servir al maestro, sin embargo, ella se equivocó en la manera de ejercer estos actos. Quizás podamos identificarnos a nosotros mismos en Marta, sus actitudes, sus errores.

JESUS ESTABA HABLANDO. Para personas tan ocupadas como nosotros a quienes no nos alcanzan las horas del día para nuestros quehaceres, el acto de escuchar es una pérdida de tiempo. Vivimos acosados por el minutero que nos pisa los talones.
Y esencialmente si alguien está hablando, una escucha atenta significa dejar de hacer aquello que nos ocupa y concentrarnos en el mensaje que se nos está comunicando.
Me imagino la cantidad de veces que diariamente el Señor nos habla… pero no dejamos lo que tenemos entre manos para ejercer esta escucha activa. Quizás en este momento le estamos pidiendo a Dios que actúe frente a una situación y pensamos que Él no nos contesta, pero, quizás, no nos hemos detenido a escuchar su voz.

MARTA RECLAMA A JESUS. Marta mira a María y lejos de comparar y darse cuenta de lo que estaba perdiendo, se enoja con María y le reclama a Jesús (no a María) que le ordene que la ayude. Ella no se dio cuenta de lo que debía hacer, ni preguntó a Jesús que es lo que debía hacer. ¿Cuántas veces le imponemos al Señor nuestra voluntad y le reclamamos aquello que nosotros pensamos debe ser? Estamos convencidos de nuestros propios planes. Ya hemos trazado nuestras metas, nuestros sueños y reclamamos a Dios que se adapte a ellos.

MARTA ESTABA AFANADA Y TURBADA. Es imposible que la mayoría de nosotros no podamos identificarnos con esta actitud. La preocupación es parte de nuestras vidas, y me atrevo a confirmar que aquello que nos turba, nos afana y preocupa no son verdaderamente problemas mayores; porque ante la desesperación nos resulta más fácil dejar en manos de Dios aquello que nos excede en capacidad. Pero aquellas pequeñeces que llenan nuestro día, no las entregamos tan fácilmente a sus manos, prefiriendo ocuparnos de ellas, nosotros mismos. La vida se nos llena de preocupaciones. Tenemos tanto trabajo en nuestra casa que no nos damos cuenta de que Jesús está en ella, sentado en la mesa de la cocina, esperando un encuentro.

“UNA SOLA COSA ES NECESARIA”. Ante tantas preocupaciones, tanto trabajo por delante, ¿Jesús dice que tan sólo una cosa es necesaria? Suena a locura, no? Sin embargo, es así. Lo necesario es lo vital, lo que resulta imprescindible, aquello de lo que dependemos para vivir. Cuando ponemos en perspectiva lo necesario, todo lo demás queda reducido a pequeñeces que suenan hasta ridículas.

Y , ¿Qué es lo necesario?... ¿No es acaso su voz?, ¿no es acaso su Palabra?, ¿no es acaso su voluntad?, ¿No es acaso Él?

ESCOGER LA BUENA PARTE QUE NO NOS SERÁ QUITADA. Su Palabra, su voz, su amor, su paz, sus enseñanzas, su sostén, sus promesas no nos serán quitadas cuando elijamos escucharlo y seguirlo día a día. Arrodillarnos y maravillarnos en contemplación de todo aquello que Él nos ha preparado.

Tomado de iglesialatina.org

Sunday, October 20, 2013

LA COMODIDAD DE SER INVISIBLE

La comodidad de ser invisible


Puede que seamos de los que prefieren ocupar las bancas del fondo en nuestra iglesia, o esas que están cerca de la puerta para huir apenas termina la reunión…

Puede que, a la hora de escuchar el mensaje, estemos pensando a quién le vendría bien esa palabra. O seamos de los que tenemos una vida mucho más ocupada que la de los demás a la hora de las convocatorias para los ministerios… 

Quizás somos de los que hace tanto tiempo que concurrimos a una congregación, que la verdad es que ya no hay nada nuevo bajo el sol y hay poco más que podamos aprender. Es que tenemos muchos años de creyentes y de experiencia…

¿Somos los del fondo del salón? ¿Somos los invisibles de siempre que preferimos el bajo perfil? ¿Somos, en definitiva, LOS TIBIOS…?

“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.” Santiago 1:22-25

Ser de los invisibles es simplemente un engaño, porque la vida cristiana es radical: es de los hacedores. Los oidores viven la mentira de verse en el reflejo sin ser ni vivir la plenitud de la obra que Dios nos tiene preparada.¿Para qué oímos si no vamos a escuchar la voz de Dios en su palabra? Nos engañamos de que el ir a la iglesia, levantar las manos o hacer actos de presencia es ser cristianos. Pero vamos a desenmascararnos: nos estamos engañando… y luego del oír, nada ha quedado en nuestro corazón. 

La actitud del hacedor es la de “mirar atentamente en la perfecta ley”; examinando el interior y muriendo al yo en cada momento, rumiando con su inteligencia y dejando actuar el Espíritu para comprender aquello que resulta inaccesible para la pequeñez humana. 

Es la actitud comprometida y sacrificada de “perseverar” en aquello que ha escuchado y reconoce que Dios debe obrar, abandonándose a sí mismo para entregarse en las manos del Creador para que lo haga de la forma en que debe ser. 

Y “no se permite olvidar”, sino que retiene y reflexiona diariamente en su obrar, buscando agradar al Señor y glorificarlo con su vida.

Sin dudas la invisibilidad del oidor resultará más cómoda. Pero no fuimos hechos para esto. Dios nos ha dado dones, capacidades, inteligencia, recursos, para ponerlos a su disposición y ser grandes hacedores y bienaventurados. Seamos creyentes radicales y visibles. ¡Vivamos el Reino!
Tomado de iglesialatina.org

Wednesday, October 9, 2013

SOBRE TODA COSA GUARDADA

“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.”
Proverbios 4:23

 Cuando escuchamos la palabra “ídolo” los cristianos inmediatamente evocamos al becerro de oro que el pueblo de Israel se hizo en ausencia de Moisés durante su peregrinación por el desierto. También pensamos en el paganismo y su adoración a dioses falsos; el culto a las cosas creadas por Dios, los astros, la naturaleza misma. Muchos nos han advertido del dios de este siglo: el dinero y nos han inculcado no rendirnos ante él sino buscar el verdadero valor de las cosas en lo simple y sencillo, en lo despreciado y dejado de lado. La definición de ídolo en su concepto más amplio incluye a todo aquello que ocupe el lugar de Dios. Los profetas del Antiguo Testamento denunciaron enérgicamente siglo tras siglo cualquier actitud del pueblo de Dios que lo llevara a depositar su afecto o su confianza en algo distinto del Señor. La Biblia nos relata como las grandes potencias de la época: Asiria, Egipto, Babilonia, se habían convertido de manera sutil en dioses e ídolos para Israel, pues veían en ellos, y en las alianzas estratégicas que podían pactar, la seguridad, la protección y la provisión que no estaban dispuestos a esperar del Dios verdadero. Los objetos de nuestra idolatría, es decir aquello en lo que depositamos nuestra confianza y de quien esperamos recibir algo anhelado carecen de carácter divino en sí mismos, constituyen realidades neutrales, indiferentes. Adquieren su carácter de ídolo a partir de la actitud del corazón del hombre, que les atribuyen características que sólo le pertenecen a Dios. ¿Quién otro sería el sustentador de Israel, el protector, la roca firme, el refugio sino el mismo que los sacó de Egipto? Si el pueblo podía salir airoso de la dificultad presente la atribuirían entonces a la intervención de otros “dioses”, no a la del Señor. Tal necedad tuvo un alto precio para Israel. ¿Qué cosas ocupan hoy el lugar de Dios en tu vida? ¿Cuál es tu punto de apoyo y lugar de refugio? ¿Cuáles son tus alianzas estratégicas? ¿Tal vez un nuevo socio comercial, tu carrera universitaria, un nuevo trabajo, un médico y su nueva medicina, la asignación de un crédito, el esposo ideal para compartir la vida, la llegada de un hijo que se demora? En otras palabras, ¿en dónde tienes puesto tu corazón? Hagamos una clara distinción entre cosas y situaciones, neutrales en sí mismas, de la actitud del corazón humano que las convierte en ídolos. No hay nada de malo en expandir tu negocio, en elegir y seguir una carrera universitaria, desear un nuevo trabajo, paliar la enfermedad del cuerpo con las posibilidades que brinda la ciencia médica, tomar un crédito responsable para construir la vivienda familiar o iniciarse comercialmente, tampoco en buscar un compañero para la vida y anhelar la llegada de un hijo. Pues en todas estas cosas, de maneras diferentes para cada uno, podemos glorificar, alabar y servir a Dios. Pero seamos astutos en vigilar constantemente las intenciones de nuestro corazón, la actitud de fondo, muchas veces inconsciente y escondida que hace que estas cosas, ni buenas ni malas, se conviertan en el depósito de nuestra seguridad y confianza, se erijan en ídolos que tarde o temprano demandarán de nosotros sus víctimas y ofrendas.
 Los dioses no existen, es el corazón del hombre el que les da vida.

 “Lo que entra por la boca del hombre no es lo que lo hace impuro. Al contrario, lo que hace impuro al hombre es lo que sale de su boca.”
 Mateo 15:11

Sunday, October 6, 2013

HABLALE Y NO LA GOLPEES

LA INFLUENCIA DEL CRISTIANO

La influencia del cristiano.

Mateo 5: 13 al 16: La sal y la luz del mundo.

Si estudiamos las bienaventuranzas, obtenemos la descripción de la persona con el carácter “ideal” requerido por el Señor: los pobres, los mansos, los que lloran, los misericordiosos, los que buscan hacer la paz, los que anhelan justicia y los puros de corazón. ¿Acaso puede este “tipo de persona” ser de influencia en un mundo tan cruel, tan violento y tan incrédulo? Si Jesús lo solicita, entonces es que la respuesta es Sí… La nueva pregunta a formularse es: ¿Cómo?

Para responder a esta pregunta Jesús recurre a dos metáforas: la sal y la luz; ambas, para servir de influencia al mundo, a la tierra. Las propiedades de la sal son mayores que el mero sazonar de los alimentos; sirve para conservación y hasta en un tiempo fue la medida de valor económico para adquirir elementos. Las propiedades de la luz quizás sean las más obvias: iluminar, mostrar, dejar al descubierto, señalar.

¿Acaso puede el cristiano ayudar a preservar la tierra, como la sal? ¿Iluminar a un mundo tan extenso y tan oscuro? Yo creo que sí…

Lo primero que debemos distinguir, es la diferencia que Jesús hace entre “ustedes” y la tierra, entre “ustedes” y el mundo: la sal y la tierra, la luz y el mundo. Son dos comunidades diferentes entre sí pero que se relacionan, y esta relación depende justamente de saber distinguirlas. No son iguales.

Dios quiere que seamos diferentes y que esta diferencia se note. Al igual que el efecto de la sal en los alimentos, Dios nos predestinó para penetrar en el mundo y así colaborar en detener este proceso de descomposición al que la humanidad sin Cristo está condenada.

Estamos llamados a ser sal y a ser luz, por lo ta nto, asumir la responsabilidad de no perder “el efecto” que cada uno de estos elementos representa. Y para ellos es que la ayuda del Espíritu Santo es imprescindible.

La sal es el poder de Cristo a través nuestro; la luz es Cristo. Él es la esencia, nosotros las herramientas. Entonces; ¿Tenemos sal para expandir? ¿Tenemos luz en nuestro interior para alumbrar?


Para ser sal, tengo que tener autoridad, y para ser luz, valor. Ambas características, tremendamente ligadas al carácter del cristiano, no vienen de mi misma, sino del Espíritu Santo que vive en mí. Cuando actúo como sal, cuando penetro en este mundo en descomposición, para detener este efecto, debo tener el poder de hacerlo, de lograrlo. Y esto no viene de mi misma, sino del Espíritu que vive en mí.

Tenemos que marcar la diferencia, no por un hecho particular, sino como consecuencia de un testimonio diferente. Las personas tienen que ver a Cristo a través de nosotros, y esto incluye nuestros actos, nuestras palabras, nuestras decisiones.

Para que esta labor tenga éxito, tenemos que concientizarnos que esto no es de nosotros, sino de Cristo que esta en nuestro interior. Es SU obra la que lo logra a través nuestro. Es SU sangre, SU gracia, SU amor, el que todo lo puede. Inundemos nuestras vidas de esto, y podremos trabajar día a día en nuestro carácter como cristianos y en nuestra influencia en el mundo… 

Tomado de: Equipo de colaboradores del Portal de la Iglesia Latina
www.iglesialatina.org
noeliaescalzo

DESCANSANDO EN LA PROVIDENCIA DE DIOS

Descansando en la Providencia de Dios


El nombre “Ester” significa “estrella”, lo cual es una buena descripción de su vida que brilló como una luz para salvar a su pueblo. Era judía y fue llevada con su familia a cautiverio. Ciro los liberta, pero ellos como tantos otros, deciden quedarse en Persia. Su padre se llamaba Abihail, que vivía en Susa, la capital real de Persia. Luego de la muerte de ellos, fue adoptada por  Mardoqueo, un oficial del Palacio. Corre el año 483 AC y es el tercer año del reinado de Jerjes (Hijo de Darío, rey de Persia) que dominaba sobre 127 provincias de lo que hoy es desde India hasta Etiopía.. El quería conquistar Grecia y la fiesta que organiza es para animar y alentar a su gente y aliados a esta guerra. La fiesta pública de 7 días fue la culminación de la exhibición de 180 días.
Vasti, (nieta del re y Nabucodonosor) la reina se niega a aparecer delante del rey y mostrarse a los hombres , por lo cual es desterrada y destronada.

Pasaron 4 años desde el destierro de Vasti y la elección de la nueva reina, tiempo en el cual se realza la expedición a Grecia que fue un total fracaso. Allí empieza con el “concurso de belleza” y la elección de Ester, quien no dice su origen judío. La ley establecía que el rey debía casarse con una joven de las 7 grandes familias persas para conservar el linaje. En este tiempo Mardoqueo salva al rey escuchando de un complot y este hecho es escrito en el libro de las crónicas del rey

Asuero engrandece a Aman y todos se inclinan ante él…menos Mardoqueo. La ira de Amán y el plan para acabar con él y con todo su pueblo. Se envían cartas por todas las provincias y esta llega justa cuando los judíos celebran la pascua dando la orden que todos los persas podían levantar su mano contra los judíos y aniquilarlos. Esto fue fi rmado por el anillo real del Rey. Mardoqueo se viste de cilio y muestra el dolor a todos. Ester lo busca a través del eunuco y le pide que cambie sus ropas. Mardoqueo le explica lo que pasa y le pide que ella interceda delante del Rey. Ester 4:8-14

“Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino”
 (Ester 4:14)



La Providencia de Dios en el propósito específico en la vida de Ester.

• Ester, ¿qué tal si tú has nacido para este momento?
• ¿Qué hay de los sucesos que te llevaron a ser reina?
• Por qué nos quedamos nosotros aquí y no nos fuimos a Jerusalem cuando pudimos hacerlo?
• ¿Por qué Vasti fue desposeída?
• ¿Por qué tenías tú la edad correcta en el momento exacto para ser elegida para el harén?
• ¿Por qué, en medio de tantas jóvenes, el eunuco fue tan parcial contigo?
• ¿Por qué el rey te favoreció a ti?
• ¡Hadasa! Abre los ojos…¿Por qué es una mujer judía la r eina de Persia en un momento como este?

El término “providencia” se deriva del latín providentia, que significa “previsión”. La palabra es usada para denotar la idea bíblica de “la sabiduría y el poder que Dios continuamente ejerce en la preservación y gobierno del mundo, por los fines que propuso lograr” (McClintock y Strong, 1968, 8:707). “La providencia trata del apoyo de Dios, cuidado y supervisión de toda la creación, desde el momento de la primera creación hasta todo el futuro en la eternidad

Muchas veces en nuestra vida, Dios en su providencia, utiliza situaciones para cumplir el propósito que tiene para nosotras. Nunca debemos pensar que algo escapa de la providencia de Dios, aún lo que ahora no vemos, Dios puede utilizarlo en nuestras vidas.

La providencia de Dios

1. Nunca opera contra en conflicto con su Naturaleza o Su verdad revelada.
2. Trabaja detrás de la escena.
3. La creencia en la providencia determin a muchas de las actitudes básicas de la verdadera piedad. El conocimiento de que Dios mira y trabaja en nuestras vidas nos enseña a esperar en Él en fidelidad, humildad, y paciencia por vindicación y liberación.
4. Cuando los hombres no ven más que las circunstancias que pasan a nuestro alrededor, sabemos que "a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados" (Romanos 8:28). Quizá podemos no ver el camino, pero conocemos, vemos y podemos acercarnos al Dios que controla todas las cosas a nuestro favor.

El escritor Jerry Bridgers desarrolló una definición muy acertada de lo que es la providencia de Dios: “La providencia de Dios es un constante cuidado y gobierno absoluto sobre toda su creación para SU gloria y el bien de su pueblo”. Observemos los términos cruciales..Constante, Absoluto, toda la creación. Nada escapa del control de Dios, no existe ninguna partícula relegada en el universo ! Todo e stá bajo su completo dominio.!! Todo nos lleva a la Gloria de Dios, Dios no permitiría que nada arruinara su Gloria, tampoco permitiría que nada dañe el bien que está ejerciendo en nosotros, El objetivo de la providencia de Dios es el bien de SU gloria y de su pueblo, estos dos propósitos nunca pueden oponerse.

El fin de la historia de Ester sigue mostrando como Dios, en su providencia, cumple el propósito específico que tenía con ella para un fin especial: salvar al pueblo judío. Ella entra frente al rey después de 3 días de ayuno, el rey le inclina el cetro. El rey pide leer las memorias de sus crónicas y allí lee acerca del complot anterior donde Mardoqueo le había salvado, y Amán debe honrarlo, luego Ester muestra la verdad de la maldad de este hombre a Asuero… se da vuelta la tortilla: Amán es asesinado y el pueblo judío salvado.

Ester fue

Obediente y sumisa : Ester obedeció. Se dejó guiar por aquél q ue estaba a su cargo.
¿Cómo es mi obediencia a la Palabra de Dios?
Prudente: Esperó el tiempo señalado. NO se apresuró en saber todas las cosas.
Espiritual : Tiempo de oración y ayuno en preparación a lo que tenía que hacer.

Dios nunca escribe una historia sin un buen final



Tomado de: Equipo de colaboradores del Portal de la Iglesia Latina
www.iglesialatina.org
AlejandraL

Saturday, October 5, 2013

EL AGUA QUE QUERIA SER FUEGO

“Ya estoy cansada de ser fría y de correr río abajo. Dicen que soy necesaria. Pero yo preferiría ser hermosa, encender entusiasmos, encender el corazón de los enamorados y ser roja y cálida. Dicen que yo purifico lo que toco, pero más fuerza purificadora tiene el fuego. Quisiera ser fuego y llama”.
Así pensaba en septiembre el agua de río de la montaña. Y, como quería ser fuego, decidió escribir una carta a Dios para pedir que cambiara su identidad.
“Querido Dios: Tú me hicistes agua. Pero quiero decirte con todo respeto que me he cansado de ser transparente. Prefiero el color rojo para mí. Desearía ser fuego. ¿Puede ser? Tú mismo, Señor, te identificaste con la zarza ardiente y dijiste que habías venido a poner fuego a la tierra. No recuerdo que nunca te compararas con el agua. Por eso, creo que comprenderás mi deseo. No es un simple capricho. Yo necesito este cambio para mi realización personal….”.
El agua salía todas las mañanas a su orilla para ver si llegaba la respuesta de Dios. Una tarde pasó una lancha muy blanca y dejó caer al agua un sobre muy rojo.
El agua lo abrió y leyó: “Querida hija: me apresuro a contestar tu carta. Parece que te has cansado de ser agua. Yo lo siento mucho porque no eres una agua cualquiera. Tu abuela fue la que me bautizó en el Jordán, y yo te tenía destinada para  el bautismo de muchos de mis hijos. Tú preparas el camino del fuego. Mi Espíritu no baja a nadie que no haya sido lavado por ti. El agua siempre es primero que el fuego…”
Mientras el agua estaba embobada leyendo la carta, Dios bajó a su lado y la contempló en silencio. El agua se miró a sí misma y vio el rostro de Dios reflejado en ella. Y Dios seguía sonriendo esperando una respuesta.
El agua comprendió que el privilegio de reflejar el rostro de Dios sólo lo tiene el agua limpia…. Suspiró y dijo: “Si, Señor, seguiré siendo agua. Seguiré siendo tu espejo. Gracias”.
Dios nos ha dado diferentes capacidades y talentos con un propósito especial. No lo desperdiciemos, sino busquemos cómo bendecir a través de ellos.